¿que pasaria si...?
que implica, de manera básica, sostener la continuidad de la operación del negocio o actividad estratégica de negocio en caso de una eventualidad que a pesar de haber sido prevista, impacte la sensibilidad de las operaciones del día a día.
La experiencia indica que cada evento correctamente registrado, ha de permitir obtener un resumen de acciones que se hicieron y las consecuencias que se generen, en la medida de lo posible, cada suceso debe ser considerado como algo que se pueda predecir si y solo sí somos capaces de identificar "síntomas", señales, signos, un conjunto de sucesos qué, desencadenan un período dónde el control puede tener desviaciones, por ende, la toma de decisiones se vuelve un factor contra reloj.
Los planes de recuperación pueden ser una respuesta estructurada para volver a la normalidad ante sucesos inesperados, sin embargo, su éxito depende de la madurez con la que se ejecutan, la seriedad con que se tomen los preparativos, el involucrados de la dirección, la comunicación entre todos los que van a participar y sobre todo, una gran visión integral.
Actualmente la gestión integral de riesgos (GIR), agregó acertadamente la aplicación de conceptos como "prevención", "mitigación" y una última dimensión que está relacionada con "Evitar la existencia del riesgo", que los planes de protección solo mencionaban.
Si bien es cierto que hay muchos factores que pueden medirse para establecer la predicción de sucesos, muchos otros ocurren de manera súbita, causando la discontinuidad o perdidas por no saber restablecer el equilibrio entre lo que pasó y lo que era "normal", o bien por no contar con los elementos mínimos necesarios para poder garantizar la operación.
Un buen plan de recuperación, será aquel que te integre lo más rápido posible a continuar operaciones con las afectaciones mínimas.